domingo, 1 de septiembre de 2013

Madrid.

Por dónde iba... ah, sí, el viaje hacia Madrid y la estancia. Tras un gran viaje en AVE por la mitad de España (qué cosa más horrorosa, de Despeñaperros para arriba no hay nada) con sus anécdotas como la que cada vez que pasaba alguien, Carmen y yo nos teníamos que literalmente plegar para no molestar, o el sinvergüenza de Loren de Cazorla, diciéndole esas cosas a la muchacha de atrás... No estuvo mal. A la llegada a Madrid, la primera vez para mí, nos recogió en Atocha otro grupo de Spanadians, los de Murcia y Castilla-La Mancha, donde estaban el gran Jorge Gracia y Esther. Tras estar un rato allí y llamar a nuestros padres, nos fuimos al hotel. Salí el primero del bus, y también fui el primero en llegar a la habitación del hotel de nuestro grupo, el último en llegar. Cuando solté todos los bártulos y demás, fui afuera, donde nos esperaban los demás Spanadians. Yo, como buen chulo que soy, entré con las gafas de sol puestas y algunos Spanadians que me conocían del grupo de Whatsapp me saludaron. En verdad, cuando entré estaba algo cortado porque había muchísima gente que no conocía, menos mal que vi a Alf y a María Carro y me fui rápido con ellos. Ahora mismo no recuerdo muy bien, pero creo que nos dieron una charla, nos hicimos una foto todos, cenamos y nos pusimos como un coro y cantamos al son de la guitarra de Fran. Fue un momento único, moló muchísimo. Cuando volví a la habitación, al fin conocí a mi compañero, Miquel, de Cataluña. Al día siguiente desayunamos, bebí una nueva marca de agua llamada "Café del NH Parque de las Avenidas" y nos llevamos el día entero de charlas y fotos. A la hora de comer, vino el embajador canadiense en España, el Sr. Jon Allen. Es gracioso, porque además de parecerse a Woody Allen tiene su mismo apellido, me pregunto si se tocarán algo. Esa noche estuvo bien, tras hacer lo de los Albatrianos y tal. Apenas dormí esa noche, porque a las 4 nos levantamos para pillar el bus que nos llevaba a Barajas. Esa misma noche la pasé con Ale Mahillo y Andrés, hablando por las ventanas del hotel con todo el mundo. Al "día" siguiente, nos levantamos y rápidamente pillamos el bus para Barajas. Qué gracia me hizo Boris repartiendo Zumosol por cuenta en el aeropuerto. Aquí en realidad se podría dar por terminado lo que fue Madrid, aunque parezca poco, fue mucho más de lo que he escrito. Madrid estaba lleno de gente con la que compartía gustos, aficiones, pensamientos y sobre todo, con los que compartir risas, que es lo más importante. Por eso, me alegró conocer a Jorge, Pablo, Fran, Erik, Andrés, Ale Mahillo, Lucas, Ale Suárez, Miquel, Alf, Javi, Maxi, Dani, Héctor, Carmen, Dama, Esther, Chamorro, Marina Obdu, Mercedes, Inma, Marina Andreo, Aina, Silvia, Xènia, Isa, Eva María, María Carro, María (la rubia que no me sé su apellido pero era una personaje)... no sé, muchísima gente que si no pongo es porque la cabeza no me da para tanto. Son personas con las que te gustaría seguir teniendo contacto porque son muy buena gente y lo digo de conocerlos de dos días. La gente que los conozca bien tienen suerte, porque se ven personas fantásticas. En general, los Spanadians son todos unos cracks! En el siguiente post supongo que escribiré sobre el viaje, no será tan largo (o eso espero), así que ya sabéis, seguid leyendo el blog!

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