viernes, 6 de septiembre de 2013

Primera semana en el MRHS.

Bueno, he esperado dos días para publicar algo porque la verdad es que estos dos últimos días no he hecho nada muy interesante en el colegio. Las clases han seguido igual, drama siendo la mejor clase, arte no estando nada mal, química siendo una clase que promete porque es interesante, menos matemáticas. En matemáticas estoy teniendo problemas porque creo que me van a subir de curso y entonces no sé ni lo que voy a dar, ni si me he dejado algo por dar, ni nada. Lo que sé es que me voy a tener que poner las pilas por las tardes, porque creo que si lo hago puedo volver a España con una gran nota de 1ºBach y una gran base para el propio 2º. El instituto no ha estado mal en realidad estos días, sigo saliendo con los estudiantes internacionales. He conocido a dos más, Paolo, de Italia, y Valeria, otra alemana más. Sin embargo, el hecho de que solo salga con ellos me preocupa, y voy a hacer como ha hecho Oda hoy, intentar mezclarme con los canadienses. Le voy a pedir a una chica bastante maja y guapa de mi clase de drama, Carly, que si me puede presentar a sus amigos y juntarme con ella, espero que me diga que sí o algo. A parte de una integración mejor y que mi vida social reviva, también será mejor para mi inglés. Las pruebas del fútbol son este miércoles, según me ha comentado Oskar, así que espero que me cojan porque la verdad es que tengo ganas de jugar ya, llevo demasiado tiempo sin fútbol y lo estoy empezando a notar, necesito una pelota en mis pies ya! La comida está siendo la más mala que he probado. Está buena de sabor, pero muy poco sana. Hoy por ejemplo, he comido pizza, pero el trozo de pizza era, sin exageraros los más mínimo, como dos iPads. Me hace gracia la actitud de Annika, se nota de muy lejos que es alemana. Tiene un carácter un duro, y la observo muy objetiva, aunque también es una niña muy graciosa y agradable. Lo que más me ha llamado la atención es que ayer llovió, y vi a un puñao de personajes con chanclas y bañadores en el colegio, los pedazo de locos. Como dijo Aina, una spanadian, "estamos en un país de locos". Aquí la gente es distinta, y ahora me doy cuenta de que los guiris que vemos en verano en España van con las pintas que van porque la cultura es totalmente distinta. Ayer hice las veces del típico leñador canadiense, estuve toda la tarde con Simon, Debbie y Zane, el exnovio de Debbie, apilando madera, recogiéndola y cortándola. Flipa cuando conseguí cortar un tronquito con el hacha de un golpe, se me saltó una lagrima y todo. Siento que el post no haya cumplido las expectativas de otros días, pero es que de verdad no hay mucho que contar ahora mismo, esperemos que el fin de semana se anime un poco. Mañana vamos a un laberinto en un campo de maíz a echar el día, ¡a ver como me lo paso! Os cuento mañana...

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